sábado, 6 de noviembre de 2010

Las ramas de mi arbol…

Había oído un trozo de conversación, o quizás fue que leí algo, pero mientras regresaba a casa aquella tarde, una vaga idea iba tomando forma. Una hoja de papel en blanco y un lápiz fueron el comienzo.

Después, mi nombre en el centro del papel y un pequeño trazo vertical que lo unía al de mis padres, y desde allí, otras pequeñas líneas descendían hacia los nombres de mis hermanos. Hasta ahí todo bastante fácil, así que seguí trazando líneas y adosando parientes, ahora eran líneas que desde mis padres seguían a mis abuelos, y desde estos a mis tíos, y después mis primos… aquello  comenzaba a complicarse…y más allá,  comenzaba el terreno familiar más desconocido, donde ya me sentía inseguro, ya que de algunos apenas conocía más allá de su nombre.

Pero aquella pagina que ya no estaba en blanco, comenzaba a llenarse y a tomar una forma curiosa, tenia forma de árbol, estaba formando mi árbol familiar…

arbolito

Seguir ampliándolo ya no era tan fácil, la memoria de los mayores ayudaba bastante, pero también tenía sus límites. Habría que buscar  otros medios y además buscar más hojas. Pero estas también terminaron por admitir que no eran el método más adecuado para contener aquella figura con nombres, líneas y que cada vez se asemejaba más a un frondoso  y ramificado árbol. Había llegado el momento de emprender un apresurado cursillo sobre como se tratan estas peculiares especies.

Descubrí que hay programas informáticos que suplen a las hojas de papel. Todos tienen la misma finalidad. Acoger y ordenar los datos que poco a poco vamos recopilando, entre sí solo difieren en la cantidad de cosas que son capaces de hacer con ellos. Unos son gratis,otros de pago, pero casi todos  tienen un idioma común que les permite, si llega el caso, compartir la información. Es el formato GEDCOM.

La lista de este tipo de programas informáticos es muy larga. Al final la decisión sobre cual elegir es nuestra y dependerá de con cual de  ellos que nos sintamos más cómodos, de aquel cuya apariencia sea más atractiva, o simplemente nos decantaremos por aquel que  sea gratis.

Nos iremos acostumbrando a nombres como GenoPro, Family Tree, Personal Ancestral File, etc. y entre ellos saldrá nuestro ayudante para ir dando forma a nuestro arbol, que acabará impreso en alguna de las muchas posibilidades que nos da la informática para tener en nuestras manos el resumen del devenir de nuestra familia con el paso de los años.

collage

Pero también, poco a poco, te das cuenta que no solo te interesan saber nombres, fechas y la relación familiar que los une, sino que quieres saber algo más sobre sus vidas, donde vivieron, o como se ganaban el sustento. Serán las hojas que irán cubriendo esas, en principio, esquemáticas  ramas de nuestro árbol familiar.

Y caerás en la cuenta de que cuando abriste la puerta del tiempo que te ofrecía la genealogía, el ir confeccionando tu árbol familiar no es el final, es solo el principio…