jueves, 17 de junio de 2010

El prisionero de Pascual

Seis meses duraba ya el asedio al castillo, y la última tentativa también había fracasado. Pascual, ante el punto muerto en que estaba el cerco, obtuvo permiso para visitar y ver como iban las cosas en su casa. Allí, en Martos, cuando le vieron llegar, la primera pregunta que le hacían sus familiares y allegados era saber que tal iba el cerco alcalaíno.

Y la misma pregunta hizo aquel pastor al que cogió preso bajos las murallas de la Mota y que anhelaba tener noticias ya que le preocupaba su familia que estaba cercada dentro del castillo. Pascual fue sincero. Iban mal y con ganas por parte del rey de abandonar.

-Si me dejas libre, te diré como ganar Alcalá.

Así de concisa y tajante fue la contestación del prisionero, que ante lo decidida e inesperada respuesta lo dejó perplejo. No paró a pensar si era una fanfarronada o no. Tal como estaba, con los grilletes para que no escapara, lo echó sobre una mula y volvió grupas hacia el lugar donde estaban plantadas las tiendas del campamento real.

tropas arabes

Por el camino, para asegurarse que no era una estratagema, fue indagando y pidiendo datos de cómo sería posible lo que le había prometido. Y así supo de la existencia de un pozo en el adarve. Esto del adarve es una calle más o menos estrecha que a lo largo de la muralla permite a la guardia patrullar y vigilar el exterior de las murallas y también en caso de ataque, llegar con más rapidez a las zonas de más necesidad defensiva.

También averiguó que no había otra modo de abastecimiento de agua a la fortaleza y que había un modo de evitar el suministro a través de una mina que bajo tierra y desde fuera de las murallas llegaba hasta el pozo.

Si asombrado iba Pascual con lo que oía, no menos quedó el rey y sus ayudantes ante el modo tan relativamente fácil para doblegar a los sitiados. Así que se pusieron a la obra y cuerda con cubo que lanzaban los de dentro, cuerda que cortaban los de fuera.

Miniatura de las Cantigas de Santa maría, de Alfonso X el SAbio

Miniatura de las Cantigas de Santa Maria, de Alfonso X el Sabio

Si la cuerda la cortan, pensaron los cercados, con el hierro de una cadena lo tendrán más difícil. Pero la respuesta fue fabricar unos ganchos que trabando las cadenas, impedían subir el agua. De ese modo, cercados por las tropas castellanas por fuera y asediados por la sed dentro, la rendición llegó pronto. El castillo de la Mota pasó a ser ya dominio del reino de Castilla y estrechaba aún más las fronteras del reino nazarí. Pero de eso habrá tiempo de hablar, quedan aún muchas peripecias fronterizas antes de que los Reyes Católicos consigan colocar el pendón real en la Torre de la Vela en la Alhambra.

En cuanto al pastor que proporcionó el modo de conquistar el castillo, obtuvo su recompensa con creces. Además de la libertad prometida, consiguió otras regalías como el poder votar en los cabildos y también un sustancioso salario.

jueves, 10 de junio de 2010

El contexto histórico…

Hemos esbozado ya cómo llegan los Aranda a estas tierras andaluzas de frontera, también en este mapa hemos situado la comarca desde donde se extenderán a nuevos territorios, y nos apareció también el castillo alcalaíno de la Mota donde, durante algunos siglos, nuestros antepasados impondrán su ley.

Pero queda aún algo pendiente para meternos ya en faena de las peripecias familiares: conocer un poco el contexto histórico.

Para continuar con la trayectoria histórica que iniciamos hace días cuando nos referíamos a las Navas de Tolosa, ya sabes en el 1213, te diré que a partir de ese momento la frontera con los reinos moros va a sufrir constantes alternativas que, aunque la dinámica que nos presenta es un lento pero imparable cerco al reino granadino, esto no quita para que ciudades de importancia estratégica vayan siendo ganadas y perdidas en función de las habilidades y poderío guerreros de los contendientes.

Es el caso de nuestra fortaleza alcalaína, la Mota. Y aunque Fernando III, el Santo, la conquista a mediados del siglo XIII, de nuevo vuelve a ser conquistada por la monarquía nazarí granadina, que la conservará durante casi un siglo hasta su pérdida definitiva a mediados del siglo XIV. Y es ya a partir de la primera mitad de este siglo cuando la frontera entre el reino castellano y el granadino se va estabilizando, lo que provoca frecuentes batallas.

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Para no cansarte mucho con nombres y fechas, pero para que te hagas una idea de ese progresivo aislamiento del reino granadino, te señalo la importancia de la batalla del Salado, en 1.340, ya en el reinado de Alfonso XI, con lo que se consigue cortar las ultimas incursiones provenientes del continente africano,cortando las ayudas que el reino nazarí granadino podía recibir del otro lado del estrecho de Gibraltar.

Tras esta victoria, el monarca se fija en Alcalá y su castillo, un lugar de vital importancia estratégica hacia Granada. Y ahí es donde hacen su aparición pues nombres que ya te van sonando como los de Pascual Sánchez, Domingo Romero, o el hijo de este y yerno de Domingo, Pedro Fernández de Aranda, acuden desde la cercana población de Martos a colaborar en el asedio.

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El rey Alfonso XI estaba impresionado por lo inexpugnable del castillo, ya que tras seis meses de cerco no había manera de rendir a sus defensores.  Pero se le ocurre una idea, piensa que si  socava los cimientos de una de las torres de la muralla,  al caer abrirá una vía de ataque al interior del castillo.

Esa era la teoría, pero la realidad fue más tozuda.  El procedimiento era sacar tierra y piedras bajo la torre e ir entibando con maderas para después incendiarlas, con lo que al no tener ese sustento, el propio peso de la estructura la haría caer. Es lo que en la literatura de la época se llama poner en cuentos. Pero cual fue la sorpresa de los cristianos cuando, al caer ese trozo de muralla, observaron que detrás había un segundo  muro defensivo.

El rey quedó tan decepcionado que pensó en desistir del asedio y marcharse con sus tropas en espera de mejor ocasión. Pero una conversación  en principio intranscendente cambió totalmente el devenir de los hechos, Y ahí tuvo una destacada participación Pascual Sánchez …