jueves, 10 de junio de 2010

El contexto histórico…

Hemos esbozado ya cómo llegan los Aranda a estas tierras andaluzas de frontera, también en este mapa hemos situado la comarca desde donde se extenderán a nuevos territorios, y nos apareció también el castillo alcalaíno de la Mota donde, durante algunos siglos, nuestros antepasados impondrán su ley.

Pero queda aún algo pendiente para meternos ya en faena de las peripecias familiares: conocer un poco el contexto histórico.

Para continuar con la trayectoria histórica que iniciamos hace días cuando nos referíamos a las Navas de Tolosa, ya sabes en el 1213, te diré que a partir de ese momento la frontera con los reinos moros va a sufrir constantes alternativas que, aunque la dinámica que nos presenta es un lento pero imparable cerco al reino granadino, esto no quita para que ciudades de importancia estratégica vayan siendo ganadas y perdidas en función de las habilidades y poderío guerreros de los contendientes.

Es el caso de nuestra fortaleza alcalaína, la Mota. Y aunque Fernando III, el Santo, la conquista a mediados del siglo XIII, de nuevo vuelve a ser conquistada por la monarquía nazarí granadina, que la conservará durante casi un siglo hasta su pérdida definitiva a mediados del siglo XIV. Y es ya a partir de la primera mitad de este siglo cuando la frontera entre el reino castellano y el granadino se va estabilizando, lo que provoca frecuentes batallas.

220px-Alfonso_XI,_king_of_Leon_and_Castile

Para no cansarte mucho con nombres y fechas, pero para que te hagas una idea de ese progresivo aislamiento del reino granadino, te señalo la importancia de la batalla del Salado, en 1.340, ya en el reinado de Alfonso XI, con lo que se consigue cortar las ultimas incursiones provenientes del continente africano,cortando las ayudas que el reino nazarí granadino podía recibir del otro lado del estrecho de Gibraltar.

Tras esta victoria, el monarca se fija en Alcalá y su castillo, un lugar de vital importancia estratégica hacia Granada. Y ahí es donde hacen su aparición pues nombres que ya te van sonando como los de Pascual Sánchez, Domingo Romero, o el hijo de este y yerno de Domingo, Pedro Fernández de Aranda, acuden desde la cercana población de Martos a colaborar en el asedio.

Mota_01

El rey Alfonso XI estaba impresionado por lo inexpugnable del castillo, ya que tras seis meses de cerco no había manera de rendir a sus defensores.  Pero se le ocurre una idea, piensa que si  socava los cimientos de una de las torres de la muralla,  al caer abrirá una vía de ataque al interior del castillo.

Esa era la teoría, pero la realidad fue más tozuda.  El procedimiento era sacar tierra y piedras bajo la torre e ir entibando con maderas para después incendiarlas, con lo que al no tener ese sustento, el propio peso de la estructura la haría caer. Es lo que en la literatura de la época se llama poner en cuentos. Pero cual fue la sorpresa de los cristianos cuando, al caer ese trozo de muralla, observaron que detrás había un segundo  muro defensivo.

El rey quedó tan decepcionado que pensó en desistir del asedio y marcharse con sus tropas en espera de mejor ocasión. Pero una conversación  en principio intranscendente cambió totalmente el devenir de los hechos, Y ahí tuvo una destacada participación Pascual Sánchez …

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